Aquí te ofrecemos relatos o cuentos infantiles. Pero si prestas atención, no son nada inocentes o simples...

¡ATRÉVETE A LEERLOS

Y TE SORPRENDERÁS!

EL CAZO DE LORENZO

Actividades
EL CAZO ROJO.pdf
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EL ÁRBOL ROJO

Texto original y actividades.
el árbol rojo, actividades.pdf
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EL PATO Y LA MUERTE

 

Shavn Tan, El árbol RojoBarbara Fiore Editora, 2010

MI LABERINTO

Actividades.
Mi laberinto, editorial Kókinos.
Y recuerda escuchar la canción original de Pablo Guerrero en la que se basa este libro infantil. Por cierto, Emilio Urberuaga, el ilustrador es un valor seguro en el ámbito español.
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LA GRAN PREGUNTA

Cito a Karen Chacek: "La gran pregunta nace con nosotros y nos acompañará hasta el último instante de nuestra vida terrenal. En ocasiones, su presencia es sólo un murmullo, una picazón o una cosquilla. Pero otras veces es tan ruidosa como un grito, una excavadora o una turbina de avión. A veces formularla resulta divertido, aunque también puede ser angustiante. ¿Estás aquí en la Tierra para… festejar todos tus cumpleaños, para comer y comer, para tocar y besar las nubes, para cantar, para obedecer, para levantarte temprano, para dejar que tu abuela te mime, o simplemente para estar aquí sólo porque sí? ¿A qué edad se responde la gran pregunta? A cualquier edad. ¿Tiene respuesta definitiva la gran pregunta? Todos los días encontramos una respuesta definitiva a la gran pregunta, lo malo es que esa respuesta sólo persiste lo que dura ese día. ¿Es la gran pregunta nuestro motor de vida? Sin duda".

EL ÁRBOL SIN FIN

Actividades de este magnífico cuento.
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GRETA LA LOCA

¿Conocéis a Margarita, Margarita a la que llaman Greta? Cuando nació era la dulce Margarita, y realmente era una dulzura: una niña adorable, una preciosidad. Una muñequita encantadora. Hasta que creció lo suficiente para ser traviesa. Entonces quería todo lo que no podía tener. O todo lo que no podía hacer. Caminar por el mar, ir hasta Inglaterra andando. Lanzar a la gente al vacío desde una torre muy alta, sólo para divertirse. uno detrás de otro. Y después mirar hacia abajo, para ver qué quedaba de ellos.

-¡No!-gritaba su padre constantemente.
-¡No!-decía muy a menudo su madre.
No Margarita, cariño, no puedes hacer eso, no...

Lo decían suavemente y lo gritaban con fuerza. Lo decían uno después del otro y lo decían al unísono. O lo gritaban al límite de sus propias voces. -¡No! ¡No! ¡¡¡¡No!!!! Pero de nada servía: la dulce Margarita no les hacía ni caso. Sacaba la lengua y gritaba, mucho más fuerte de lo que podían gritar su padre y su madre juntos. -¡¡¡Pues sí!!! Y arrancaba todas las flores de la tierra. De raíz.
De este modo fue como la dulce Margarita se convirtió en Margarita, Margarita la traviesa. Y luego se volvió aún más mala. y Margarita pasó a ser Greta, Greta la loca. Decía palabrotas y chillaba, soltaba patadas y puñetazos. Arramblaba con todo lo que pudiera agarrar y no pesara demasiado, aunque no fuera suyo. Soltaba bufidos y escupitajos, hacía unos ruidos espantosos con la nariz que indicaban inequívocamente que iba a escupir. Nadie quería sentarse a su lado; en clase. Nadie quería pasear a su lado; en la feria. Nadie quería acariciarla; en la oscuridad. Nadie quería casarse con ella. Nadie. Y eso la ponía furiosa, tanto que empezaba a soltar palabrotas aún peores. Las gritaba. Las chillaba. -¡Iros al infierno!- solía gritar. -¡Vete tú!- le contestaban. Y deseaban que así fuera. Lo deseaban de veras.

 

Un día desapareció. Greta la loca se había esfumado. Nadie sabía adónde había ido. De hecho tampoco querían saberlo. A nadie le importaba. Sólo su padre y su madre lo lamentaron un poquito. Pero sólo unos días.


Greta se había esfumado y ya no volvería jamás.
-¡Vete tú!-le habían gritado.

Y realmente deseaban que así fuera. Y Greta la loca lo había entendido perfectamente, había recogido cuatro cosas y se había marchado. Directa hacia el infierno, a buscar al diablo. Quería preguntarle algo al diablo. Quería preguntarle si la quería con él. Si cuidaría de ella. Si le daría su corazón. Por eso había partido hacia el infierno, aunque nos sabía exactamente dónde estaba. O yacía. O colgaba.



                                                 Geert De Kockere- Carll Cneut,  

Greta la loca, Oranje, 2006. Barbara Fiore Editora.

EL PRINCIPITO (en construcción).

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